Voy con una sugerencia breve y concreta. Tiene que ver con una de esas áreas que al kirchnerismo, desde el más dogmático al más reflexivo, lo tiene sin cuidado: la comunicación y la transparencia de la gestión de gobierno.
Si luego de un accidente en el que mueren 51 personas Cristina explica lo difícil que es llevar a cabo reformas en el Estado (para mejorar los trenes, en este caso), ¿no sería preferible para la ciudadanía que, además de enumerar en cada discurso pública una seguidilla de logros, explicase los desafíos y problemas de cara al futuro? La postura actual me parece la del irresponsable: te repito una y mil veces que todo va bien, y cuando estalla algo que está mal te explico por qué no lo mejoré. Es como un mal empleado que, en vez de plantear los problemas de entrada, trata de ocultarlos y luego, cuando ya no puede, pone excusas.
No es un misterio que la gestión estatal es compleja y suele demandar tiempos más extensos que los deseables. Tampoco es un pecado imperdonable aceptar que hay problemas que todavía no se pudieron resolver. Sería saludable para la relación entre la ciudadanía y la política que haya más transparencia en estas cuestiones. Sería mejor que la política triunfalista que repite lo bueno, ignora lo malo y da explicaciones solo cuando las cosas estallan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario