jueves, 29 de noviembre de 2012

Política de la verdad

Más allá de lo bueno y de lo malo del kirchnerismo (estoy lejos de negar cosas buenas, como la generación de empleo, las políticas redistributivas, las críticas a los medios), lo que me aburre es lo absurdo del discurso. Discursivamente, el kirchnerismo es prácticamente nulo, en el sentido de que casi nada de lo que surge de él (o sea, de Cristina, los principales funcionarios, y los intelectuales que acompañan al gobierno) se presta a la discusión y el debate. El kirchnerismo piensa a través de clichés, algunos fácilmente refutables y otros directamente carentes de conexión con la realidad. Eso hace que criticarlo sea una tarea repetitiva y carente de propósito. Digamos que es algo así como les pasa a los kirchneristas cuando leen a Majul, que sería como su espejo. Sólo queda la burla, la indignación o la resignación. La otra opción sería la "política de la verdad", o sea, convocar a la gente a romper con la gansada y buscar decir las cosas como son. Pero esto requeriría un esfuerzo, un talento y una voluntad que pocos tienen en conjunto. Mientras tanto, para los que odiamos los clichés, solo queda la alienación del mundo: "sigan repitiendo idioteces, tengo cosas más importantes que hacer que perder el tiempo respondiéndolas".

Pero el mundo se resiste, y uno abre un blog.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Qué tiene de malo mentir?

Cristina y los medios para-oficiales mienten abiertamente. En eso creo que no hay discusión. Los kirchneristas por lo general ignoran el tema, pero creo que hay tres justificaciones: a) Mentira y verdad son principios difusos, que dependen de la óptica de quien los utilice, por lo que su clasificación en esos términos es siempre relativa y discutible; b) Cristina dice cosas que no son estrictamente verdaderas, pero las dice para transmitir ideas que sí lo son o que están más allá de la distinción entre mentira y verdad, por lo cual la "mentira" es un mal menor en vistas a un bien mayor; c) Cristina miente y eso es malo, pero en el balance general de su gobierno, los beneficios compensan esa deficiencia.

A la primera posición le respondería que sin la distinción entre verdad y mentira no es posible el diálogo entre personas libres e iguales. A la segunda, que subordinar la verdad de los hechos cotidianos a "verdades últimas" o "principios últimos" destruye las verdades compartidas sin las cuales no es posible una sociedad de iguales. A la tercera, que para mí la verdad en el espacio público es uno de los principales valores de la existencia comunitaria y que, por lo tanto, estoy muy poco dispuesto a negociarlo y sacrificarlo a cambio de otros bienes deseables.

martes, 6 de noviembre de 2012

Explicación prestada - 8N

Alguien explica, acá, por qué va a participar del 8N:

Es por la inflación más alta del mundo, por los cincuenta y un muertos de once, por querer culpar al perejil que manejaba y por el despido con aplausos del funcionario responsable, porque destruyeron el INDEC y las estadísticas públicas, porque mienten la inflación, por el juicio penal a las consultoras, por mentir el crecimiento y dibujar la encuesta permanente de hogares, por la inconvertibilidad del peso y por saber que en el medio del cepo cambiario hay algunos amigotes que se están haciendo un festín, por bastardear lo que queda del MERCOSUR, por las trabas caprichosas y arbitrarias a las importaciones, porque el capricho llevó a que falten hasta pañales, remedios oncológicos o material quirúrgico, por la maquinara de propaganda estatal, la pauta oficial y el avance sobre los medios bajo pretexto de la “teoría de los dos demonios mediática”, por 678 que pagamos todos, por la cooptación y privatización del estado por el partido que gobierna, por el nuevo prólogo del Nunca Más, por esos Qom, Ferreyras e indoamericanos que se le escapan al relato, por la utilización de la AFIP para acallar opositores, por el abuso de las cadenas nacionales y los escraches a los Tosellis de este mundo que ya no se animan a hablar en público por miedo a represalias, por la persecución a Graciela Bevacqua, por la Campora privatizando las políticas sociales, las colectas de campaña “voluntarias” entre los empleados de las administración pública y los camporitas en las escuelas primarias, por Ciccone y la maldita impunidad de un vicepresidente corrupto que se llevó puesto un juez, un fiscal y al Procurador de la Nación, por los Daniel Reposo, las Beatriz "no hay fuga de capitales. De eso no se habla" Paglieri y los Guillermo “acá no se vota” Moreno, por bastardear el acto electoral adelantando elecciones, con candidaturas testimoniales o el oportunismo del voto a los 16, por la ley antiterrorista, la bolsa de Felisa, por Skanska, los sueños compartidos de Schoklender, los feedlots de Echegaray, por la complicidad K en el vaciamiento de YPF que no se borra con el relato emancipador de la estatización, por la política energética y de transporte y el derroche en subsidios y los viajecitos de Jaime y por esos diez años de crecimiento que no logran evitar que los trenes descarrilen y choquen o que al menos uno de cada dos chicos termine la secundaria, por los terrenos de Calafate fiscalizado por la hija de Alicia, por esos plazos fijos en dólares que les dieron 12% de interés, por la modificación tributaría entre gallos y medianoche para evitar que los deudos de Nestor Kirchner paguen impuesto a la herencia, por la valija de Antonini y las de Southern Winds, por los fondos de Santa Cruz, por esos tres asesinados en la ruta de la efedrina que financiaron la campaña, por el “blanqueo/lavado” de 2008, por los “Vamos por todo, por todo!”, Por la connivencia con la delincuencia organizada del futbol que financiamos entre todos, por las salidas culturales de Vazquez a dos días de haber sido condenado por prender fuego a su esposa…