miércoles, 27 de junio de 2012

Moyano vs. Cristina, ¿tan complicado?

No sé si los muchachos de Artepolítica son o se hacen. ¿Es realmente tan difícil de entender lo que está pasando? La política (esto los peronistas lo saben mejor que nadie) no es solo buscar los medios para llegar a un fin, sino también acumular medios para alcanzar eventuales fines que vayan surgiendo. Este el significado de "poder": en la política, muchas veces, se lucha por acumular poder para que, llegado el día, uno dependa lo menos posible de cualquier otro actor para emprender la política que uno decida. ¿Por qué Cristina decidió romper con Moyano? Porque Moyano es un aliado autónomo, con poder e intereses propio y, por lo tanto, potencialmente capaz de imponer sus propias preferencias. Entonces Cristina, que concibe el poder como un juego de suma cera (o sea: el poder que no se tiene o se pierde, porque lo tiene otro), concluyó correctamente que para seguir acumulando poder hay que sacarse a Moyano de encima. La ruptura, entonces, es consecuencia de un juego cuyas reglas están dadas por la concentración de poder.

¿Es realmente tan complicado?

martes, 26 de junio de 2012

Dos sobre el discurso

-Cristina tiene razón en que la corporación sindical protege a una aristocracia obrera, que sostiene sus privilegios a base de poder de presión antes que a cualquier criterio racional. Tiene también razón en que, si la redistribución hacia abajo es la prioridad, corresponde que los obreros que más ganan paguen impuestos. Si se divide la sociedad en dos, los obreros de sindicatos fuertes quedan del lado de arriba.

-Endilgarle a Moyano los gendarmes muertos en un accidente de tránsito es bajo, más viniendo de quien apenas se refirió a los muertos en el accidente de Once para decir que no se utilice a la muerte para criticarla. El uso de tragedias personales para la chicanería política es algo que la sociedad debería reprobar éticamente.

domingo, 24 de junio de 2012

Agregado a Paraguay

Un agregado a mi comentario anterior, a partir de algo que leo en twitter. Hasta el día de hoy, la Argentina no ha afrontado su propio golpe institucional en diciembre 2001 (o sea: el golpe del PJ bonaerense contra el gobierno de De la Rua). Muchos aprobaron tácitamente ese golpe cargando contra De la Rua. Entonces, si a uno le interesa ser consistente, cuidado con fustigar "golpes" que no nos gustan y dejar pasar los que nos gustan. De ser así, hay golpes buenos y golpes malos, con lo cual el problema no es el golpe en sí mismo.

sábado, 23 de junio de 2012

Paraguay

Sin saber mucho, van unas líneas sobre Paraguay. Hasta donde entiendo, la situación es ésta: el presidente democráticamente electo es legalmente destituido por un congreso también democráticamente electo y mayoritariamente opositor. Desde mi punto de vista, la legitimidad democrática de un sistema político se deteriora cuando sus actores ponen en segundo plano el voto de la ciudadanía. Si bien ante escenarios extremos puede ser aceptable que un poder decida sobre otro, esto no debería ser una herramienta política normal. La obra de gobierno de un político debe ser, en principio, evaluada por los votantes, y no por otro poder. Si en este caso, como parece, una diferencia política fue la que condujo a la destitución, corresponde, en mi opinión, que los demás gobiernos de la región hagan sentir su preocupación por lo ocurrido. Forma parte de la estabilidad democrática de la región que las instituciones de cada país respeten el espíritu de la voluntad popular, y no solo las reglas institucionales. Ampararse en reglas institucionales para torcer la voluntad popular contribuye a desnaturalizar a aquéllas y a deslegitimar a ésta.

martes, 19 de junio de 2012

¿Dónde está lo bueno?

Parece que a algunos no les gusta este blog porque todo lo que se escribe sobre el gobierno es negativo. Esto me llevó a considerar incluir más comentarios positivos, como para demostrar amplitud de vista. Me parece, sin embargo, que lo fundamental no pasa por equilibrar opiniones. Este blog no pretende presentar una evaluación global del gobierno, sino, como se indica en el encabezado, discutir con ciertos lugares comunes del progresismo. En general, todos los blogs políticos asumen una posición de ese tipo y la sostienen a lo largo del tiempo. Ello no implica que sus autores ignoren otros elementos de la realidad, sino que consideran que esos elementos no afectan esencialmente al punto de vista que se busca presentar. Lo pertinente, entonces, es evaluar la consistencia del punto de vista que se presenta, y no enojarse con la excusa fácil "solo ve lo malo, nunca lo bueno". Salvo, por supuesto, en aquellos casos donde se presenta una opinión que ignora ciertos elementos que la contradicen; pero eso es una caso de debilidad argumental, no de falta de amplitud o ecuanimidad.

En definitiva, un blog no es más que un espacio limitado donde uno sostiene un punto de vista también limitado. Si ese punto de vista es generalmente crítico del gobierno, es porque en los temas que se me presentan como más fundamentales, tengo pocas cosas buenas para escribir sobre el gobierno. Ello no implica negar aspectos positivos, sino insistir con una perspectiva según la cual lo más importante es reconocer ciertas deficiencias.

(Sin que esto modifique sustancialmente lo anterior, cabe agregar que han habido en este blog comentarios positivos sobre el gobierno, así como críticas a sectores opositores).

lunes, 4 de junio de 2012

Desaparecidos para todos

En una sociedad hiper-política como la argentina, donde casi todo acontecimiento de cierta relevancia pasa a ser rápidamente interpretado en términos de las disputas políticas del momento, muy pocas cuestiones consiguen preservar su sentido por un plazo prolongado. Cuando Cristina se refirió al monopolio de la televisación del fútbol como la "desaparición" de los goles, y Estela de Carlotto adhirió a esta caracterización, la palabra "desaparecido" perdió gran parte del estatuto simbólico con el que contaba desde el terrorismo de Estado. Hoy Lanata le pegó al gobierno con su propia medicina: si desaparecidos no son solo las personas secuestradas y literalmente borradas del mundo por la dictadura, sino también los goles que la gente no puede ver hasta la medianoche, entonces también puede ser un desaparecido un periodista cuyo pasado en un determinado medio es dejado de lado. No sé si Lanata hace bien o mal en utilizar el término de este modo, pero lo cierto es que continúa una dinámica tristemente abierta por el gobierno.

Escribo esto en parte porque vi en twitter a una twittera afín al gobierno comentar que desaparecido es Julio López, no Lanata. Solo puedo estar de acuerdo si los goles tampoco son desaparecidos. Pero si incluso Estela de Carlotto acepta que lo sean, creo que las cartas ya están echadas.