Dice Nicolás Tereschuk:
¿Es inestable el sistema en la Argentina? ¡Es es-tabi-lí-si-mo! Acá y en toda América del Sur. El último intento de desestabilización fallido en Ecuador habla bastante de cómo está la región con ese tema.
Veo en este razonamiento un problema presente en muchos de los análisis de politólogos que simpatizan con el gobierno: el cortoplacismo. Pensar procesos políticos en períodos cortos (digamos, entre cinco y quince años) tiene sus beneficios, siempre y cuando no nos haga perder de vista que hay estructuras y procesos muchos más amplios. Hoy en día los sistemas políticos en América del Sur parecen estables, aunque habría que ver cuánta de esa estabilidad responde a la coyuntura económica favorable. Sin embargo, hace apenas diez años Argentina atravesó un colapso del sistema partidario, crisis de la autoridad estatal y discontinuidad institucional. Hace diez años que todo va bien, ¿pero eso significa que la estabilidad dejó de ser una cuestión central? ¿No podemos pensar procesos más amplios? No digo trescientos años, pero cuarenta o cincuenta. O más precisamente: procesos y estructuras que sobrevivan cambios coyunturales, especialmente económicos.
Lo mismo digo.
ResponderEliminarHay que ser como la hormiga, que en verano no descansa todo el dia sino que guarda para el invierno.
Osea, hay que aprovechar ahora que las aguas están tranquilas para planificar a largo plazo. El cortoplazismo es para tiempos de crisis.