domingo, 15 de enero de 2012

Ausencia de datos, ausencia de debate

Escriben Roberto Gargarella y Maristella Svampa, gestores de la denominada Plataforma 2012:

Respecto del impacto distributivo que ha tenido la asignación universal por hijo –a la que apoyamos, reclamando una cobertura universal–, las opiniones son muy diversas, pues están aquellos que sostienen que dicha transferencia de ingresos habría producido un descenso de la desigualdad, pero también otros que señalan que la inflación existente habría neutralizado tal efecto. Además, hay quienes afirman que no hay estudios de campo que hayan verificado los resultados que se reclaman, más allá de que ésta se considere una medida con potencialidad distributiva. Sin embargo, en el campo de los datos “duros”, el problema mayor reside en la pertinaz opacidad del Estado que, al no proporcionar datos, imposibilita un debate serio y transparente sobre una cuestión no menor de nuestra sociedad.

Aquí está lo que creo que podría ser la fuente de una crítica intelectual al kirchnerismo. En un comentario anterior me referí a la distinción entre imaginarios y realidades: hay ciertas ideas de que están ocurriendo ciertas cosas que nadie sabe en qué medida se condicen con la realidad. La Asignación Universal por Hijo es un claro ejemplo: si bien es una política que responde en sus principios a una idea de igualación social, es muy poco lo que se sabe sobre su implementación y sobre sus efectos concretos en la vida de los sectores con carencias sociales. Puesto que, como bien señalan Gargarella y Svampa, el kirchnerismo ha deteriorado los elementos objetivos que permiten evaluar los resultados de sus políticas, se ha deteriorado también la calidad del debate público. Sin datos tangibles, las discusiones se terminan reduciendo a valoraciones abstractas.

Esto es, además, un punto que amerita la intervención política de los intelectuales. Puesto que por la naturaleza de su propia actividad, el intelectual tiene un compromiso con la verdad y el conocimiento de la realidad.

5 comentarios:

  1. Que tal... bueno, me parece que es cuestión de hacer algún trabajo territorial, cualquiera sea, en una escuela, un comedor, un centro de asesoría jurídica, para entender los efectos concretos de la asignación en la vida de las personas. Quienes hacen relevamientos en los barrios de gente en condiciones de cobrar la asignación, para la implementación de la medida, una de las cosas que dicen es que quienes la cobran encuentran más trabajo, porque sirvió de envión para gente que estaba muy hundida económicamente. Es probable que no haya todavía estudios e investigaciones suficientes, pero me parece injusto decir que el gobierno deteriora los elementos objetivos que permiten evaluar resultados, que sinceramente no me consta, desviando el debate de la potencia de las transformaciones concretas que produjo la asignación, eso sí claramente un mérito adjudicable a este gobierno.

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  2. Estoy de acuerdo con Alvaro Jopa, además creo que nunca y que ningún gobierno ha sido "transparente" con sus datos... la "tangibilidad" de los datos nunca fue un lugar seguro desde el cual partir para el debate. Es el mismo debate que con las "fuentes" del periodismo. Decir que el intelectual tiene un compromiso con la verdad, y que se ve imposibilitado de debatir seriamente porque este gobierno oculta u omite datos "confiables", me parece un argumento un tanto infantil. Además, aunque existieran datos e informacion confiable sobre el impacto de las politicas sociales, los imaginarios, justamente, no se nutren de ellos, si no de construcciones subjetivas que intentan ganar el sentido común.
    Pablo.

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  3. Alvaro, la intervención del INDEC implica un deterioro del conocimiento objetivo que tenemos de la realidad social. No tengo mucho que agregar al tema más allá de lo que ya es conocido. Si las estadísticas que miden el poder adquisitivo de la gente no son confiables, se hace mucho más difícil conocer el efecto concreto de las políticas. La verificación directa de ciertas personas puede ayudar, pero difícilmente compense la falta de datos y estudios. Vos afirmás que la Asignación produjo transformaciones concretas, ¿cuáles son? ¿Cómo las conocés? Yo, por ahora, la verificación directa más confiable que tengo es esta: http://www.lanacion.com.ar/1418689-los-sectores-populares-viven-peor-que-hace-15-o-20-anos

    Pablo, el INDEC desde hacía muchos años mantenía criterios que no se modificaban con los cambios de gobierno. Eso permitía confiar en los datos y observar los cambios en ciertas variables. Eso se acabó con el kirchnerismo. Respecto del INDEC, entonces, no sé en qué se sustenta tu afirmación de que ningún gobierno fue transparente con "sus" (entre comillas, porque no son suyos) datos.

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  4. Jopa: hay mucha mitología en torno a un montón de cosas. Respecto del Indec gran parte de la sociedad y los medios se quedaron con una utilización política que el gobierno hizo de las estadísticas en el pasado, en función de pagar menos deuda externa (hay que decirlo), y hoy generalizamos afirmando que el gobierno oculta información, demonizando de esa manera al gobierno y al indec. Personalmente no soy especialista en estadísticas de política social, pero creo en esta gestión y estoy seguro de que lleva adelante una política seria y bienintencionada de relevamiento de datos a través del indec ¿A vos te parece que después de todas las críticas que recibió por este tema, el gobierno no ha pulido las metodologías y los sistemas de transparencia en la información de un organismo público tan fundamental para cualquier política social?... Me parece también que como ciudadanos de este país tendríamos que creer un poco más en dicho organismo público. Por otra parte es falaz decir que por ese hecho puntual que tuvo trascendencia mediática, los datos del indec sobre efectos concretos de la asignación universal se ocultan. Me parece que hay una trampa en el argumento, se mezclan temas distintos y en definitiva se sigue demonizando a dicho ente público sin el debido conocimiento de la cuestión.
    Viene bien que me preguntes cómo conozco los efectos concretos de la asignación, que verdaderamente no conozco más que por el trabajo que hago en una escuela de la perisferia de la ciudad de La Plata, con talleres de arte con chicos con problemas de aprendizaje y de "violencia", y cuyas madres en la casi totalidad de los casos reciben la asignación. Qué puedo decirte: prácticamente no hay un chico indocumentado, el tema de la violencia contenida del que habla Auyero también es bastante falaz, el colchón de recursos económicos que ofrecen las asignaciones ha servido para apaciguar mucho la violencia en los pibes. Yo trabajo fuertemente en talleres de convivencia con ellos y sobre ese tema alguna experiencia puedo decir que tengo. En fin, insisto con que hay muchos mitos sobre muchas cosas. Está bueno visualizar el problema de la violencia que es real, pero también hay que hacer diagnósticos que nos permitan intervenir y modificar eso que consideramos negativo. Me parece que en este caso con la sola caracterización de la violencia social no se vislumbra la grieta de posibilidad de modificar esa situación, grieta que existe, y menos que menos se aporta para el trabajo en su modificación efectiva.

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  5. Alvaro, yo tampoco soy experto en estadísticas, pero sé que tanto los índices de inflación provinciales como los de las consultoras privadas arrojan resultados mucho mayores a los del indec. Este desajuste existe desde que el gobierno intervino el organismo, cambió al personal y rediseñó las estadísticas. Vos mismo admitís que hubo una distorsión cuando señalás que el objetivo era pagar menos deuda, aunque luego llamás a creer que esa distorsión desapareció porque es impensable que el gobierno quiera ocultar datos. Sin embargo, el desajuste entre los números del indec y los de los demás organismos siguen igual que siempre, y los motivos para que eso sea así (aunque esos objetivos sean positivos, como pagar menos deuda) siguen estando. Yo no afirmé que el gobierno distorsione estadísticas con el objetivo de ocultar el efecto de sus políticas. Afirmé que como el gobierno no provee estadísticas confiables (de nuevo, por el motivo que sea), es más difícil conocer la realidad social y, por lo tanto, tener un debate serio sobre la misma.

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