Como en cualquier elección, analizar un resultado lleva tiempo. En este caso, sin embargo, sin entrar en cuestiones más profundas, queda claro que la amplia victoria de Cristina refleja un clima político general que, salvo eventos imprevistos, dará lugar a un triunfo sin segunda vuelta en octubre. Este clima político responde a dos variables relativamente sencillas: una, el crecimiento económico que va de la mano de una sostenida capacidad de consumo; otra, la ausencia de una alternativa política de envergadura. Es difícil imaginar a muchos votantes que, en la actual coyuntura, deseen que Duhalde o Alfonsín (nombres que, con lo bueno y con lo malo, traen recuerdos de un pasado que casi todos prefieren dejar atrás) reemplacen a Cristina en el gobierno. Binner y Rodríguez Saa son figuras menos conocidas.
Lo que ha pasado no es políticamente sorprendente, y si en algún momento pareció que la situación podía ser otra fue por las duras derrotas políticas que golpearon al gobierno hace algunos años. Pero, por un lado, nadie supo capitalizar esas derrotas y, por el otro, el gobierno aprendió de ellas y supo enderezar el rumbo. Hoy el gobierno, si bien mantiene su espíritu confrontativo, se dirige al electorado en términos más conciliadores e inclusivos. A su vez, evita situaciones de tensión que generen malestar social. Eso contribuye a que la capacidad de consumo se traduzca en un clima de bienestar general. Los errores del pasado, como lo demuestran los votos del campo, han quedado perdonados u olvidados.
Este discurso es a la vez una fortaleza y una debilidad. Es sin duda una fortaleza para las perspectivas electorales del gobierno, pero es una debilidad ideológica. El "triunfo del amor" puede entusiasmar a muchos y caer simpático a la mayoría, pero revela una carencia ideológica. Sin duda muchos partidarios del gobierno interpretarán la elección como el triunfo de un "proyecto", pero lo cierto es que el kirchnerismo carece de un armado ideológico que lo convierta en algo más que una serie de ideas genéricas. El "triunfo del amor" es el triunfo de un momento de alegría y optimismo, el mismo momento que permitió el triunfo de Macri en la Ciudad de Buenos Aires y de Scioli en la provincia. Ideológicamente, el kirchnerismo es débil y, por lo tanto, tiene pocos elementos para perdurar más allá del clima político coyuntural.
Entre la oposición, los que mejor han quedado posicionados son Macri y Binner. Macri sin duda acertó políticamente al retirarse de la contienda presidencial y permanecer en la ciudad, a la espera de una coyuntura nacional más favorable. Binner no quedó lejos del segundo lugar, pero con una diferencia respecto de Duhalde y Alfonsín: su candidatura no priorizó el triunfo electoral inmediato, sino la construcción de un espacio político sustentable. De poder mantener esta línea, su figura puede crecer con esta elección y posicionarse hacia el futuro, lo que parece ser el único beneficio que un opositor puede obtener en estas elecciones. Otro gran ganador es Scioli, que también acertó en mantenerse dentro del espacio de Cristina sin arriesgar su propia figura. Si, al igual que Macri, está esperando una mejor coyuntura para su lanzamiento nacional o, sencillamente, está cómodo donde está, se sabrá en el futuro.
La masiva adeción electoral a Cristina, si se confirma en octubre, convierte a su gobierno en en uno de los más poderosos desde 1983. Con "poderoso" quiero decir que es el gobierno que cuenta con mayor margen de maniobra para actuar políticamente, disponiendo masivamente de dos recursos esenciales: apoyo electoral y fondos públicos. ¿Qué está haciendo y qué hará el gobierno con este poder? Es un tema al que me refiero a menudo en otros comentarios, y que no está directamente relacionado con la coyuntura electoral.
Es necesario, sin embargo, tener en cuenta un importante matiz: según la Constitución, Cristina no puede aspirar a otro mandato. Esto implica de por sí una debilidad para su siguiente mandato, ya que abre un horizonte en el que no ella, sino algún otro, será presidente. Pero el escenario es complejo, puesto que si el clima político-electoral se mantiene, muy probablemente Cristina buscará una reforma constitucional que el permita mantenerse en el gobierno.
y Cristina tiene el Congreso en contra...
ResponderEliminar"... sino la construcción de un espacio político sustentable." A mi me parece que lo de Binner es vergonzoso... hasta ultimo momento no sabia si juntarse con Alfonsin o con Pino... En Santa Fe todavia esta con los radicales, pero hay que ver hasta cuando...
ResponderEliminarQue es que la ideologia se perdio? Nunca hubo ideologia... hay 2 o 3 postulados basicos y listo: (1) substituir importaciones, (2) generar trabajo, y (3) dolar alto. Las 3 son lo mismo. No veo un cambio radical en el nucleo de la competitividad: mucho mejor educacion, orientar la ciencia hacia la produccion, mejora de la salud... la base sigue igual...