martes, 9 de noviembre de 2010

Animales

El otro día me encontré de casualidad con Luis, un amigo de la secundaria, vegetariano, que no veía hace años. Nos pusimos a hablar y, en una de esas, terminamos discutiendo de política. El diálogo se dio más o menos así:

Yo:-¿Qué te parece el gobierno?
Luis:-Tengo una muy mala opinión.
-¿Por? ¿Te gusta Clarín?
-No, no me parece un buen diario.
-¿Macri?
-No me gusta.
-¿Entonces?
-Ni el gobierno, ni Clarín, ni Macri están haciendo nada para frenar la mayor atrocidad de la historia de este país.
-¿De qué hablás?
-Del sufrimiento del que son víctimas los animales debido a la industria de los alimentos.
-¿Qué?
-Eso. Hoy en día, en la Argentina, se crían animales en condiciones horrendas. Estos animales, como los pollos y los cerdos, son víctimas de un sufrimiento constante hasta que finalmente son matados de manera igualmente horrenda, aunque al menos eso termina con el dolor.
-¿Qué tiene que ver esto con el gobierno?
-El gobierno no hace nada para detener esto, directamente ni le preocupa.
-Pero eso no le preocupa a casi nadie. Puede estar mal, pero no es un tema políticamente relevante en la Argentina de hoy.
-Por eso ningún sector político me gusta, ni los medios de comunicación que no hablan del tema.
-Bueno, pero siendo que por ahora ese tema, lamentablemente, no tiene relevancia, alguna opinión debés tener de la discusión política actual.
-Sí, pero me parece irrelevante. Es como si durante la alemania nazi el gran debate fuese sobre si se le aumenta un diez o un treinta por ciento a los jubilados, y nadie dice nada sobre el exterminio de los judíos.
-No es lo mismo. En un caso se trata de seres humanos, y en el otro de animales.
-Hasta donde yo sé, los animales pueden sufrir tanto como los seres humanos. A un pollo no le duele menos la tortura que a una persona. Y si está mal producir sufrimiento en una persona, no veo por qué no es tan grave que sufra un pollo.
-Puede ser, pero es un poco la ley de la naturaleza. Los animales se matan unos a otros. Yo no creo que una cebra no sufra cuando un león le salta encima y la despedaza con los dientes. Hay cosas que son así .
-Si nos vamos a dejar guiar por cómo son las cosas en la naturaleza, tampoco hay razón para que busquemos la igualdad de los seres humanos. Para el caso, que el que tiene más poder se imponga por sobre los demás con cualquier medio disponible y ya. Pero si de verdad nos interesa la justicia y la igualdad, que no son ideas naturales, no podemos utilizar a la naturaleza como modelo.
-Bueno. Creo que nos estamos yendo de tema. Puede ser que tengas razón. Habría que buscar la forma de que los animales no sufran tanto. Ojalá que podamos llegar a eso. Pero mientras tanto hay otros problemas que son muy importantes, y en los que está en juego el futuro del país. Y no me vas a decir que el sufrimiento animal es motivo para que las demás cosas no nos importen.
-Yo no digo que no me importen, lo que digo es que son cosas secundarias. Podemos hablar de cómo hacer que más gente sea feliz, que más gente sufra menos, y cosas así. Pero me parece hipócrita estar hablando de eso como si fuese un tema de igualdad y justicia, cuando no nos importa que millones de animales sufran horriblemente todos los días para satisfacer nuestras costumbres alimenticias. Como te dije antes: es como si los nazis mostrasen su sensibilidad social con un seguro de desempleo, mientras utilizan a los judíos como esclavos.
-¿Entonces qué? ¿Nada importa ni tiene sentido mientras los animales sufran?
-Algo así. Mientras en este país se permita someter sistemáticamente a los animales a condiciones de crueldad, ninguna idea de justicia, igualdad o solidaridad puede ser otra cosa que un ejercicio de hipocresía.
-Pero entonces todo es lo mismo: el gobierno, Clarín, Macri, Cobos.
-Respecto de lo más importante, sí, son todos lo mismo. A nadie le importa terminar con la mayor crueldad que tiene lugar en nuestro país.
-¿Y entonces qué? ¿No hay nada que hacer? ¿La política no tiene sentido?
-Hay cosas que hacer. Yo no como carne de animales que hayan sufrido, como sabes. Además te digo esto a vos, y tal vez eso ayude a que tomes conciencia del tema. Si tenemos suerte, puede ser que algún día el tema pase a ser relevante.
-¿Y mientras tanto qué?
-Nada. Yo por mi parte no voy a meterme en la política para discutir cosas intrascendentes, mientras a nadie le importa lo esencial.
-¿Pero no pensás que ciertos proyectos políticos van más en la dirección de lo que vos proponés que otros?
-No. A los Kirchner les preocupa demasiado que todos tengan acceso a alimentos baratos, lo cual favorece la industrialización de los alimentos. Y dudo que Macri esté dispuesto a regular la producción de alimentos. A su manera, cada uno tiende a fortalecer esta atrocidad.
-Bueno. Es bastante triste que pienses así. Parece que no hay salida ni esperanza.
-Lo triste es que los animales sufran tanto. Y los que no tienen salida ni esperanza son ellos. Yo, al menos, haré lo que pueda para ayudarlos.

Luego, la conversación derivó a otros temas.

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