lunes, 13 de junio de 2011

¿Cómo se gasta la guita?

Creo que uno de los grandes temas a partir de lo de Schoklender, en base a los que ya se sabe y quedando por delante mucho por investigar, es con qué criterio el gobierno maneja el gasto público. Porque si Hebe fue engañada en su más absoluta buena fe, podrá no ser corrupta, pero sigue quedando demostrada su absoluta incapacidad para manejar fondos públicos. Eso no debería sorprender a nadie, siendo una persona cuya trayectoria y la de su fundación está vinculada a una cuestión que nada tiene que ver con la construcción de viviendas, y que, uno se imagina, poca experiencia tiene gestionando cientos de millones de pesos. ¿Qué criterios utilizó entonces el gobierno para otorgarles tantos recursos con tan poco o tan ineficaz control? ¿Qué nos dice esto en general sobre el manejo del gasto público? ¿Qué nos dice sobre las virtudes de los criterios políticos sobre los criterios técnicos? A ver si alguien dice o escribe algo.

3 comentarios:

  1. Me parece que la pregunta del título debería ir más atrás y preguntar por qué se gasta y no cómo se gasta. La respuesta al primer interrogante define la respuesta al segundo. Es evidente que el oficialismo usa los recursos públicos como una herramienta política, para cooptar voluntades a cambio de "cajas". Dicho esto, no tiene sentido plantearse por qué el dinero no se utiliza eficientemente con un criterio técnico. Desde la óptica del gobierno, el empleo de los recursos ha sido eficiente, porque le ha permitido montar su estructura de poder. En el affaire Schoklender, lo que queda en evidencia es que lo importante no era desarrollar un plan de viviendas, sino cooptar a una organización que podía ser útil al proyecto político (y probablemente abrir una posibilidad más para los negocios turbios). La pregunta tampoco es cómo el gobierno ha podido ser cómplice de esto, puesto que es evidente que sus propios intereses están involucrados. La pregunta, en todo caso, es cómo esta lógica puede reproducirse en una infinidad de casos ante la pasividad de la ciudadanía.

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  2. Estoy de acuerdo con mucho de lo que decís. Mi comentario iba más a señalar un eje de discusión. Porque hasta ahora todo parece centrarse en Schoklender y en Hebe, en su maldad o santidad, perdiendo de vista que, más allá de eso, este caso revela un problema estructural bastante importante.

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  3. Estoy de acuerdo en que existe un problema estructural importante, como bien mencionas. Y debe ser corregido. No hay dudas.
    Tampoco me cabe la menor duda de que las intenciones tanto de Hebe como del gobierno son buenas, porque son afines a un accionar histórico de las Madres, poniendo en práctica los valores de sus hijos desaparecidos.

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