Dos posturas frente a lo ocurrido. Las dos provenientes de personas críticas del gobierno. Elijan la que más les gusta. Yo ya elegí.
Los médicos de la Unidad Presidencial tuvieron clara noción de ello y pusieron todo su empeño para hacerle comprender al paciente su delicada condición. Lamentablemente, fueron desoídos. La personalidad de Kirchner no ayudó y las actitudes de una parte de su entorno político tampoco. Esa idea de que "aquí no ha pasado nada" terminó siendo letal. Néstor Kirchner sufría de hipertensión desde hacía muchos años. Tenía altos niveles de colesterol y una personalidad de tipo A que lo hacía muy vulnerable al estrés. Entre otras cosas el estrés produce la liberación de adrenalina, que, a su vez, aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y puede producir cuadros de arritmias que derivan en paros cardíacos muchas veces irreversibles
Nelson Castro
La medicina explica con todas sus sabias precisiones que Kirchner debió "cuidarse", que su cuerpo ya no podía soportar los esfuerzos de una batalla concentrada y múltiple. Pero una decisión, que no llamaría sólo psicológica sino también un ejercicio de la libertad, fue que Kirchner eligió no administrarse ni tratar su cuerpo como si fuera un capital cuya renta había que invertir con cuidado. Gastaba. Vivió como un iracundo. Ese era justamente el estilo que se le ha criticado. Tenía un temperamento, y los temperamentos no cambian.
Beatriz Sarlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario