El blog de uno que se considera progre pero que se la pasa criticando los lugares comunes progres. Aunque a veces critica otras cosas.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Cristina, mala intelectual
Un buen intelectual difícilmente sea un buen líder político. Un buen líder político difícilmente sea un buen intelectual. Tal vez esto indique que Cristina sea una buena líder política. Pero mejor no hacerse pasar por intelectual. Porque decir, acompañada de académicos alemanes en el marco de un convenio vinculado al pensamiento de la Escuela de Frankfurt, que la misma se creó después de la Segunda Guerra Mundial, en el marco de la Guerra Fría, es vergonzoso; mucho más si tan grueso error es seguido por teorizaciones sobre la importancia de la teoría crítica.
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Nadie esta exento de decir idioteces de vez en cuando, pero lo grave es hacerlo con tanto énfasis
ResponderEliminarNo es tan difícil evitar decir burradas en contextos inapropiados. Solo hay que evitar hablar de lo que uno no sabe.
ResponderEliminarEl ámbito intelectual y el político son mundos contradictorios. No hace falta haber leído a Max Weber para comprender esto. El intelectual busca analizar, comprender y explicar fenómenos políticos y sociales con el mayor rigor posible (vos te referiste a esto en un posteo anterior). El político debe defender una causa, una postura, una posición, sin ningún temor de tener que "bailar con la mas fea".
ResponderEliminarCreo que una consecuencia nefasta de la era K es haber instalado la sensación de que todo vale si se trata de defender la causa, que no esta mal abusar de los golpes bajos en todas sus versiones, por supuesto, siempre condimentado con una buena dosis de falsa épica. El kircherismo no inventó nada nuevo, lo que hizo fue sencillamente tomar algunos de los aspectos mas cuestionables de la política y llevarlos al extremo sin el menor remordimiento. Lo que se dice, pragmatismo brutal.
Respecto a tu afirmación sobre que un buen político no puede ser un buen intelectual y viceversa, cada tanto es posible encontrar saludables excepciones. Un buen ejemplo es Fernando Henrique Cardoso, mas allá de si estemos de acuerdo o no con la teoría de la dependencia.
Sí, tenés razón. ¿Será la excepción que prueba la regla? O tal vez sea que algunas personas son buenas para las dos cosas. En cualquier caso, agregaría que tanto un buen político como un buen intelectual, deben saber reconocer la especificidad y las limitaciones de su propia actividad.
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