Me dejó bastante sorprendido este comentario aparecido en Artepolítica, un blog en el que por lo general hay comentarios afines al gobierno desde posiciones críticas. En dicho comentario se dicen cosas como éstas:
Existen importantes sectores políticos en nuestro país, especialmente vinculados a la derecha, que entienden la política desde el lenguaje de la muerte
Elisa Carrió, Morales Solá formaban el coro que pedía a gritos un muerto. El muerto vale para ellos, en la medida que frustre un proyecto político. Su modo de entender la vida es claro. El militante que cobra entidad para ellos es el militante muerto. Allí asume un nombre quien antes fuera anónimo. La izquierda también se exalta con sus muertos porque es el único modo que encuentran de conseguir protagonismo.
El asesinato de Mariano Ferreyra surge de sectores sindicales contrarios al gobierno y se articula perfectamente con las acciones de una oposición que necesita imperiosamente que este modelo llegue a su fin para beneficiarse económicamente con la crisis y el ajuste.
Es una manera de ponerle límites al kirchnerismo. Insisto, es urgente pensar de qué modo debemos combatir y trazar estrategias frente a un contrincante de estas características sin compartir sus métodos.
La autora en ningún momento explica en qué se basa para sostener que el asesinato de Mariano Ferreyra fue perpetrado por sindicatos contrarios al gobierno. Esa explicación es indispensable, considerando que se trata de un sindicato que forma parte de la CGT, abiertamente aliada al gobierno. Asumir así nomás que en realidad es un sindicato contrario al gobierno es difícil de comprender como otra cosa que un acto de fe. Si, encima, se culpabiliza a los opositores al gobierno por inducir a este asesinato, porque se asume sin mayores explicaciones que pregonan una política de la muerte, estamos ante una brutal destrucción de la realidad. Sin ningún argumento, se asume que un asesinato que provino de un sindicato que forma parte de la CGT, aliada al gobierno, es en realidad responsabilidad de la oposición.
Sin duda hay muchos fascistas dando vuelta. Cuando el fascismo se empieza a introducir en lugares donde suele predominar la reflexión, hay motivos para preocuparse.
y macho..pero 678, telam y jp feiman tambien sugieren eso... hace una semana que 678 pasa el mismo programa... algunos intentan minimizar el alcance del programa pero para mi baja linea como loco
ResponderEliminarmmm... me parece que no forma parte de la CGT, hay que leer mas...
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