Me pareció interesante este comentario de Nicolás Tereschuk. La idea parece ser que el kirchnerismo no pretende ser un progresismo "a secas", porque en su vocación de construir un proyecto político concreto, el kirchnerismo prioriza su amplitud de convocatoria por sobre la pureza ideológica. Creo que el argumento va en una dirección correcta: la política no puede basarse en ideas coherentes que eliminen la contradicción, sino en la articulación de ciertas contradicciones sin la cual todo proyecto político es inviable.
Creo, sin embargo, que esta línea de razonamiento debería llevar a replantear muchas de las ideas de base del kirchnerismo. Si la política es, efectivamente, contradicción y no pureza, ¿qué sentido tiene polarizar el debate política en oposiciones del tipo "gobierno popular / neoliberalismo", "Estado / mercado", "distribución del ingreso / concentración del ingreso", y demás? ¿Qué sentido tiene demonizar a los opositores políticos y presentarlos como representantes de una idea homogénea, de la cual el gobierno sería la contracara? ¿No sería mejor aceptar que los actores políticos están todos atravesados por las mismas contradicciones que atraviesan al gobierno?
Quienes apoyan al gobierno suelen ser muy tolerantes de contradicciones y ambivalencias cuando se trata del gobierno, pero puristas y reduccionistas cuando se trata de los otros. Así se termina no haciendo otra cosa que reproducir lo que se dice superar. Al final, todos son invitados a unirse a este movimiento contradictorio, indefinible, pero a condición de oponerse a los auténticos malvados, frente a los cuales este gobierno es "mejor". Al final, todas las maldades son aceptadas para quienes están del lado correcto, para no excluir a nadie. Porque la contradicción, se alega, atraviesa al gobierno, pero no a la confrontación misma entre el gobierno y sus adversarios. Allí, pareciese, las posiciones son puras, no contradictorias, transparentes.
Si la contradicción es una realidad de la política y no la propiedad de un actor en particular, entonces ella debería ser reconocida en todos los actores. No es una propiedad del gobierno y su coalición de apoyo. Es una característica de todos los actores no ser del todo ninguna única cosa. Y si está bien darle la bienvenida a un sindicalista corrupto o a un caudillo provincial, ¿por qué endilgarle los males del país a un medio de comunicación, a un grupo económico o a un gobierno pasado?
¿Sabés por que? Porque hay una raza de descerebrados pseudo-""intelectuales"", llamados "progresia" y otros "peronistas".
ResponderEliminarLo que tienen en comun esas razas es hecharle la culpa de todos los males a los de afuera.
Si derramo el café por pelotudo, en realidad la culpa no era mia, sino de EEUU y de Clarin.
Si me robo el presupuesto y me lo gasto en mansiones, la culpa la tiene la oposicion y los liberales que quieren achicar el estado. Y etc.
No solo mienten, sino que encubren a las mafias que efectivamente, son corporativos, corruptos, transan con empresarios y hacen exactamente lo contrario a su discursito.
El discursito es para la gilada y para la clase """intelectual""" mercenaria y que le chupa bien un huevo todo.