Me pareció interesante el comentario de Gabriel Palumbo sobre el tema intelectuales de Carta Abierta contra Vargas Llosa. Palombo señala qué Horacio González, si tuviese realmente una posición propia en la cual basó su pedido de que Vargas Llosa no inaugurase la Feria del Libro, no tendría por qué haberla retirado por pedido de la Presidenta. ¿Desde cuándo los intelectuales se subordinan al poder político? ¿No es la función de los intelectuales exponer ideas? Siendo funcionario del gobierno, González emite a título personal un pedido que puede tener consecuencias políticas; algo que un funcionario no debería hacer. Pero luego, ante una orden de la Presidenta, retira el pedido; algo que un intelectual no debería hacer. Al final, González se queda a mitad de camino: incapaz de sostener su papel de intelectual o de funcionario. Pareciese que no se toma ninguna de las dos cosas con seriedad.
Es una imagen que no está a la altura de los aportes que González supo hacer, tengo entendido, a los debates intelectuales en la Argentina.
no haría tanto bardo porque un intelectual como González exprese su opinión sobre la invitación a Vargas Llosa. Creo que se equivocó porque es un funcionario y debería haber medido las consecuencias de sus dichos, ya que quedó mal parado al retractarse y le permitió al susodicho explayarse en el terreno que más le gusta, hablar de censura y otras falacias. Censura en Argentina? ojalá hubiera aunque sea una pizquica. Se escuchan tantas barbaridades...
ResponderEliminarO sea que para vos, el único problema de que González haya pedido que Vargas Llosa exponga en la inauguración de la Feria del Libro, es que quedó mal parado y le permitió a Vargas Llosa explayarse en un terreno que, según vos, es el que más le gusta. Yo, en cambio, pienso que la posibilidad de exponer ideas diferentes es un valor en sí mismo, y no algo que se deba subordinar a cálculos políticos.
ResponderEliminarYo también pienso que se debería haber dejado a V LL abrir la feria, es un escritor muy prestigioso y muy bueno aunque no comparta su ideología . Si hubiese dicho algo non-grato, como las tantas cosas desagradables que ya dijo sobre los argentinos y su gobierno, ahí se puede salir a decir todo lo que se quiera, gracias a la no censura que disfrutamos y nos permitió conocer de antemano el pensamiento del invitado.
ResponderEliminar¿Y? ¿Cuál es el punto? ¿Que está todo bien porque no hay censura?
ResponderEliminarEl punto es que según mi entender el tema no da para hacer tanto bardo. En un año electoral se está mirando con lupa todo lo que hacen funcionarios del gobierno para salir a pegar duro. Y sí, González se equivocó y el mismo se dió cuenta y se retractó, no creo que haya sido por obediencia a la presidenta solamente.
ResponderEliminarNo sé a qué "tanto bardo" te referís. A mí me preocupan las actitudes intolerantes de quienes se espera que sean los más abiertos y tolerantes. Si González se dio cuenta sólo o no, no lo sabemos, porque solo se retractó cuando lo ordenó Cristina. Y tampoco fue un actitud individual, ya que Forster dijo lo mismo que él.
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