domingo, 27 de marzo de 2011

Coherencia con las ideas

Se habla mucho de ser coherente con las ideas. Pero para ser coherente con una idea hay que explorarla, cuestionarla, ponerla a prueba y demás. Ser coherente con una idea no es como ser hincha de un equipo de fútbol, lo cual escapa a cualquier cuestionamiento o reflexión. Defender coherentemente una idea implica poder justificar un punto de vista, teniendo en cuenta y argumentando frente a los cuestionamientos que puedan surgir. Defender una idea sin cuestionarla, sin ponerla a prueba, no implica que uno sea coherente; no hay nada más incoherente que un hincha de fútbol justificando su amor por un equipo en particular.

Ayer leía una columna del dramaturgo Tito Cossa, donde explicaba por qué le parecía que los gobiernos de los Kirchner han sido positivos para el país. Su argumento es el de la transformación cultural: elementos como la aceptación a la ley de "matrimonio igualitario", descolgar el retrato de Videla del Colegio Militar y colocar el retrato del Che Guevara en la Casa de Gobierno (los tres ejemplos son mencionados por Cossa), demuestran que se está instalando una ideología progresista.

Yo no estoy en desacuerdo con Tito Cossa. Sí me parece que su análisis es estrecho, porque toma aquellos elementos que indican una transformación cultural afín a un ideario progresista, y no dice nada de aquéllos elementos que van en un sentido claramente contrario: la corrupción, la burocracia sindical, las estructuras clientelares provinciales (si hablamos de gestos, ¿qué decir de la revalorización de los Saadi en Catamarca y del olvido del caso María Soledad?), entre otras cosas. Sin duda que han habido gestos progresistas, pero tomarlos como un indicador de transformación cultural sin dar cuenta de los elementos reaccionarios, muestra cierta incoherencia en la idea, cierta deficiencia argumentativa. En términos prácticos, esto se traduce en un argumento poco convincente, al menos para aquellos que no están convencidos de antemano.

8 comentarios:

  1. Para ser más coherentes deberíamos poder separar lo que es progresista en términos culturales y lo que es progresista en términos de inclusión social. En esos apartados es claro que tenemos un gobierno progresista.

    Es más, creo que hay muy poco o escasísimo margen para un gobierno más progre o de izquierda que éste. Si no hubiera sido un gobierno peronista ya lo hubieran obligado a subir a un helicóptero, vea oiga.

    Saludos, Jopa.

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  2. Ricardo,

    Para mí no está tan claro que este gobierno sea progresista, y de hecho vengo leyendo en algunos blogs kirchneristas que el kirchnerismo es otra cosa, algo que no se puede definir ni como progresista ni como no progresista. Me parece que este último argumento es más convincente, porque no veo cómo se puede calificar genéricamente como progresista a un gobierno aliado con la burocracia sindical, con Saadi y con más de un caudillo provincial.

    Si me decís que con esas cosas no se puede romper porque te tenés que ir en helicóptero, entonces te respondería que no es posible tener un gobierno progresista.

    Saludos.

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  3. "Si me decís que con esas cosas no se puede romper porque te tenés que ir en helicóptero, entonces te respondería que no es posible tener un gobierno progresista"

    Ese es un análisis muy trosko. Son tan puristas que no sacan ni el 3% de los votos en ninguna elección. Para llegar a hacer algún bien mayor hay que tragarse algunos sapos, pragmatismo que le dicen (eso que el Peronismo tiene de sobra, y su principal diferencia con la izquierda troska).

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  4. Mi argumento se mantiene: si para hacer un bien mayor hay que bancarse una serie muy grande de políticas retrógradas, entonces no hay progresismo, sino el mejor conservadurismo posible.

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  5. Entonces el mejor conservadurismo posible es mucho mejor que el peor progresismo imposible. ;)

    Saludos, Jopa.

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  6. En eso estamos de acuerdo. Pero creo que hay otras formas de pensar cómo articula la acción política la relación entre lo que se puede y lo que no se puede hacer. Saludos.

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  7. Y tampoco nos engañemos diciendo que la Argentina es una fiesta y que el país está atravesando una profunda transformación. En todo caso, admitamos que muhas cosas siguen como siempre, pero que al menos hay algunas medidas progresistas localizadas.

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  8. Que venga un iluminado como vos y cambie todo de una... eso es lo mejor. Venite y arreglá toda esta mierda ya que la tenés tan clara...

    Existen procesos, transiciones... nada cambia de un día para el otro... creo yo.

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