Esccribe Eduardo Aliverti:
Si se trata de información pura, los datos de las dos partes son tan enfrentados que, aun cuando el cotejo sea en extremo riguroso, no parece haber garantía de emerger sin dejar duda alguna. Lo solvente de la impresionante pieza oratoria desplegada por la Presidenta, en su alocución del martes pasado, fue contrastable con el testimonio de parte de la familia Graiver que Clarín y La Nación reprodujeron el miércoles. Pero esto fue refutado a su vez con la nota publicada el jueves por Tiempo Argentino, y en la que se reproduce lo que Isidoro Graiver, con pedido de confidencialidad, había confesado el 11 de junio de este mismo año: “Clarín y La Nación nos humillaron, fue un afano”, decía entonces, según se corroboró con la difusión televisiva del audio, quien menos de tres meses después señala exactamente lo contrario. La fortaleza de las pruebas documentales sólo podrá ser discernida por la Justicia. Fechas, procesos judiciales, investigaciones, tiempo transcurrido, redundan en una disección muy difícil aun para el ciudadano común interesado en el tema; siendo que, encima y al contrario de la cotidianidad de lo que ocurrirá con un servidor de red, con alrededor de un millón de usuarios, Papel Prensa no figuraba en la agenda social. Es más: podría apostarse con seguridad a que la mayoría no tiene o tenía mayor idea en torno de este conflicto, ni de en qué consiste esa empresa, excepto por registrarlo como otra escalada en la guerra entre el Gobierno y Clarín. Pero habrá que dejar para dentro de unas líneas qué se interpreta –la mayoría y uno mismo– sobre esa contienda.
Te faltó esta parte:
ResponderEliminarLo más espantoso al respecto es la liviandad –por ser cínicamente suaves– con que se deja pasar que los dos diarios hablen de un clima de plena libertad como contexto de la compra de Papel Prensa, en noviembre de 1976. Eso es mucho. Demasiado. Excede, muy largamente, a toda ubicación política coyuntural. Está en un planeta donde no deberían caber ni los más furiosos adversarios de este Gobierno. Aceptar que digan esa animalada sólo puede situarse alrededor de los directivos de esos medios.
No me falto. Es que no creo que esa parte se relacione con el tema de mi comentario.
ResponderEliminarAliverti es un caso paradigmatico de como en nombre del progresismo es posible sostener sin inmutarse las posturas mas binarias y retrogradas.
ResponderEliminarLa frase "lo solvente de la impresionante pieza oratoria desplegada por la Presidenta" es un ejemplo elocuente de ello.
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