Tengo una sugerencia para la Sociedad Rural. Va en serio; realmente creo que es una buena idea, tanto en términos de progreso para el país, como en términos del beneficio propio para la entidad (no me acusen de estar aseverando que ambas cosas coinciden, pues pienso que a lo largo de la historia argentina casi siempre han divergido).
Mi sugerencia es que la Sociedad Rural pida perdón públicamente por su apoyo a la última dictadura militar. No tiene que ser un perdón absoluto; puede sencillamente decir que en el clima convulsionado que atravesaba el país en aquellos años, los dirigentes rurales le dieron prioridad a ciertas variables económicas y políticas, perdiendo por ello de vista la violación a los derechos humanos. Cabría aclarar también que esos hechos ocurrieron hace más de treinta años, por lo que la mayoría de los dirigentes actuales no tuvieron responsabilidad en las decisiones de la Sociedad Rural de aquel entonces. Una disculpa daría evidencias de ello: la Sociedad Rural de hoy es una entidad comprometida con la democracia, y explícitamente opuesta a cualquier interrupción militar. Los errores del pasado son lamentables, pero no reflejan la situación actual. Habría que ser muy explícito en esto: sea cual sea la oposición al gobierno, se apoya sin ambigüedades la continuación del ciclo institucional.
Pienso que tal perdón dejaría mal parado al gobierno. Como es evidente, en gran medida la ofensiva de los Kirchner contra ciertos sectores de la sociedad civil (principalmente los medios y las entidades agrupecuarias) se apoya en la complicidad de los mismos con la última dictadura. Más aún: tal argumento es utilizado para apuntalar la idea de que esos sectores son inherentemente golpistas (o "destituyentes"). Pedir perdón blanquearía esa complicidad pero complicaría su utilización condenatoria. Ante las acusaciones del gobierno, la Sociedad Rural podría decir "sí, es verdad, hubo complicidad en aquél entonces. Es un error que reconocemos, y que no refleja la posición actual de nuestra entidad". Además, sería un gesto amigable hacia sectores medianamente progresistas del campo y de la clase media. La Sociedad Rural quedaría como un actor capaz de autocrítica, acentuando la percepción de que el gobierno es unilateral y autoritario.
La idea me parece tan buena, que termino preguntándome por qué no es llevada a cabo. Creo que hay una serie de motivos. El primero y más simple es la ideología. Los dirigentes de la Sociedad Rural no están dispuestos a reconocer sin más que haber apoyado a la última dictadura fue un error, en gran medida porque no están dispuestos a admitir los perjuicios que la misma generó para el país en general. Se trataría de una cuestión de principios, lo cual es comprensible; pero creo que se podría arreglar. No haría falta cuestionar al proceso en general, sino solo lamentar los "excesos" y pedir disculpas por no haberlos tenido en cuenta en su momento.
El segundo motivo puede ser más complicado y, de ser real, más peligroso. Es posible que los dirigentes de la Sociedad Rural sencillamente no estén dispuestos a dejar atrás el recurso al golpe de Estado y a la interrupción del ciclo institucional. Entonces, no tendría sentido pedir una disculpa por algo que, en realidad, no descartan que se repita. De ser así, el gobierno y sus aliados progresistas tendrían algo de razón, en cuanto a que la Sociedad Rural no ha cambiado y sigue siendo un actor peligroso para la democracia. El problema para la Sociedad Rural es que, en mi opinión, puede sacarle más rédito al actual contexto político cambiando y posicionándose como un actor democrático. Dudo que el recurso al autoritarismo tenga mucho que ofrecer en los años venideros.
El último motivo que se me ocurre es el orgullo: los dirigentes y, más en general, los miembros de la Sociedad Rural no quieren pedir perdón porque se consideran un ejemplo de corrección moral. Pedir perdón y admitir errores implicaría sacrificar en parte su postura de actor ejemplar para la sociedad argentina. Por lo tanto, sus dirigentes prefieren mantenerse dentro de una cierta pureza agropecuaria, que sería un ejemplo de incorruptibilidad para el resto del país. Además, pedir perdón implicaría traicionar a los padres, es decir, a las personas que conducían la Sociedad Rural hace 30 ó 40 años, y abandonar a personas entrañables para ellos como Martínez de Hoz. Si eso es así, la postura ética, como en la mayoría de los casos, es mala compañera de la estrategia política. Por lo que he venido diciendo, considero que la Sociedad Rural tiene más que ganar en términos de ser creíble como "ejemplo moral de la nación" con el pedido de perdón que sugiero, que permaneciendo en una postura de incorruptibilidad que abre las puertas a las críticas por su pasado.
Quién te dice que Biolcatti no lee esto y en unos días se viene el pedido de perdón de la SRA. O tal vez pase como con la Iglesia, y el pedido venga dentro de 400 ó 500 años.
Los dirigentes de la Sociedad Rural SON LOS MISMOS que apoyaron a la dictadura. Lo siguen pensando... ¿o no te diste cuenta? Mejor que Buzzi le pida perdón a Francisco Netri que debe estar revolcándose en su tumba...
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