Este editorial de La Nación condenando todo tipo de aborto me parece un desastre. No lo digo porque piense que, de por sí, es imposible oponerse al aborto con argumentos legítimos. Pero afirmar, por ejemplo, que por culpa de los abortos hay personas deseosas de adoptar que no pueden hacerlo, en un país donde, hasta donde tengo entendido, hay muchos chicos que no consiguen hogar, es destorcionar la realidad. También es poco realista pensar que es lo mismo interrumpir un embarazo que tener un hijo y darlo en adopción. Y es una gran falacia apelar a la autoridad de algunos científicos para concluir que desde la unión del óvulo y el espermatozoide, ya existe un ser humano. Hasta donde yo sé, lo que está en juego en la definición de ser humano relevante para este tema, es una cuestión filosófica más que científica. Me llama la atención, por último, que se mencione una supuesta propuesta para, en vez de realizar abortos, se deje nacer a los niños y se los mate. Yo nunca escuché una propuesta así, y la verdad es que suena inventada.
Yo pienso que en estas cuestiones se pueden defender valores, digamos, más tradicionales, con argumentos razonables y convincentes. Me da pena que los sectores conservadores en la Argentina no encuentren buenos argumentos para defender sus posiciones. Parece un conservadurismo subdesarrollado, si es posible tal cosa.
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